Descubre la mente genial detrás de las imágenes más asombrosas que has visto.
Percibir lo invisible es un don casi mágico: una ola que acaricia la arena, un gesto furtivo, el aire que sopla el viento, los monumentales trazos que nos regala la arquitectura, o una mirada llena de melancolía.
Alberto Alcocer, mejor conocido como Beco, captura gloriosos instantes que reflejan su goce por la vida y pasión por las matemáticas. El Guggenheim y el Museum Mile de Nueva York, los colosos sobre la Castellana en Madrid, las galerías de PostStreet y del Barri Gòtic han educado su ojo.
Jugar con la luz del sol, los contraluces y las sombras es su pasión; es paciente y generoso con las expresiones y movimientos que se suscitan ante él y su cámara; el photoshop es antítesis de su trabajo.
En sus imágenes nos deja ver que su capacidad de asombro está a flor de piel; la escena puede ser simple y casi imperceptible al ojo, pero él captura lo extraordinario de ello.
Su fotografía es, quizá, su forma más libre de expresión, no está sujeta a ningún canon, ni concierto. Alberto tiene el talento de hacer que los espectadores no sólo admiren un objeto, una escena o una imagen, sino que vivan una emoción, un instante y así, completen el resto de la historia.