“Hecho con las manos, el objeto artesanal guarda impresas, real o metafóricamente, las huellas del que lo hizo. Esas huellas no son la firma del artista, no son un nombre; tampoco son una marca. Son más bien una señal: la cicatriz casi borrada que conmemora la fraternidad original de los hombres. Hecho por las manos, el objeto artesanal está hecho para las manos: no sólo lo podemos ver, sino que lo podemos palpar”, Octavio Paz.
A lo largo de mis 13 años de carrera profesional, dedicada al diseño y a la arquitectura, observar a detalle e ir más allá de las formas, las líneas y la estética, se convirtieron en parte fundamental de mi proceso creativo para entender el por qué, el para qué, el cómo y el valor de las cosas. Por ello, siempre imagino lo que puede haber detrás de un objeto, una imagen o una historia. Pienso en todo aquello que tiene que suceder para llegar al producto final, ya sea un mueble, una pieza decorativa o un espacio.
En esa labor de descubrir personajes y de conocer sus propuestas para concebir historias inéditas de diseño labrado a mano, me encontré con Maritza y Daniel, quienes llamaron mi atención por su propuesta de diseño contemporáneo hecho artesanalmente, por su impecable estética, por su saber hacer consciente enfocado en lo natural y, sobre todo, por su excepcional calidad humana. Por lo que fue indiscutible sumarlos a la historia de AD por medio de diferentes colaboraciones, como AD100, Design House y The Most Beautiful Rooms in the World, libro publicado por Architectural Digest en 2020.
Para mí, Casa Quieta es un santuario de calma, una oda al proceso artesanal, a las técnicas milenarias, a la belleza de los materiales y a las formas simples. Como bien decía Gabriel García Márquez, “las cosas tienen vida propia, todo es cuestión de despertarle el ánima”, y considero que Daniel y Maritza despiertan el alma a todo objeto y espacio que intervienen a través de Casa Quieta.
Es aquí, en este camino nuevo en el que estoy emprendiendo, en donde nace una colaboración estrecha con Maritza y Daniel para construir una narrativa en conjunto: una de experiencias curadas, hechas a mano y con el corazón.