Al iniciar su travesía en Santander, Zuahaza se unió a un grupo de mujeres dedicadas a revitalizar las técnicas del hilado, tintura y tejido heredadas de los guanes.
En el corazón de Colombia, Zuahaza surge como un proyecto apasionado por los oficios tradicionales y la preservación cultural. Fundado en 2019 por Tatiana Ordoñez, una artista textil comprometida, este estudio tiene como objetivo rescatar las técnicas ancestrales que están desapareciendo en el tiempo.
El esfuerzo de estas mujeres culminó en una línea exclusiva para exportación con diseños innovadores, permitiendo a las artesanas vender sus creaciones a precios justos y asegurando la transmisión de sus habilidades a las generaciones futuras. Colaborando con tres comunidades de artesanos en diferentes regiones, Zuahaza abraza la diversidad cultural y técnica de Colombia. Desde tejedoras de algodón en Santander hasta artesanos de fique y tejedoras de cestería en Boyacá, el proyecto se basa en el intercambio mutuo de conocimientos y la construcción de relaciones a largo plazo.
La responsabilidad social y ambiental es esencial para Zuahaza, adoptando prácticas de economía circular mediante el uso exclusivo de fibras orgánicas y biodegradables. Transformando retazos de tela en accesorios únicos, la marca reduce el desperdicio y fomenta la reutilización. En el corazón del pepyecto está la creencia en la colaboración y el compromiso colectivo y el nombre, que significa "mi hermana", refleja la filosofía de la empresa, donde las decisiones se toman en conjunto, cada miembro del equipo es valorado y se invierte en relaciones a largo plazo. Con un taller en Barichara y producción dispersa en hogares y talleres comunitarios, Zuahaza se integra en las comunidades colaboradoras.
Las técnicas empleadas, como el tejido con telares de pie y la cestería en rollo, son tradiciones rescatadas de los indígenas guanes y laches. Combinadas con un enfoque en la economía circular, han dado lugar a productos únicos y sostenibles que resaltan la rica herencia cultural de Colombia. Zuahaza no sólo teje piezas excepcionales, sino también lazos sólidos de colaboración y respeto en las comunidades que toca. En un esfuerzo por encarnar la hermandad colectiva entre mujeres en Colombia, la marca se esfuerza por conectar a mujeres de todo el país y crear productos que reflejen la diversidad, historia y sueños como expresiones de unidad y paz en Colombia.